Un manejo no adecuado del caballo a nivel deportivo, predispone al padecimiento de lesiones y limita su rendimiento deportivo. Resulta fundamental entender y manejar al caballo como lo que es, un deportista, para evitar todos estos problemas. ¿Sabes cuáles son los errores más típicos?
Te los detallamos a continuación:
-Exceso de reposo: los caballos en libertad caminan durante todo el día (hasta más de 20km diarios), en cambio el caballo estabulado a menudo pasa 22-23 horas al día metido en una cuadra, y en muchos casos nunca tiene acceso a estar suelto en un espacio amplio donde moverse con libertad. Esto tiene una marcada influencia negativa sobre su estructura locomotora, así como sobre su sistema digestivo, respiratorio y sobre su salud psíquica (vicios de cuadra, bajo rendimiento deportivo etc.)
– Escaso o nulo entrenamiento base: un buen estado cardio-respiratorio es el primer paso para tener un buen atleta sea de la disciplina que sea. Pero muchos caballos no realizan un entrenamiento base y esto se traduce en una menor preparación física y una mayor predisposición a lesiones. Todos los caballos de deporte deberían realizar un entrenamiento base que incluya trabajo a la cuerda, ejercicio aeróbico montado, trabajo en campo (propioceptivo, aeróbico, musculación en cuestas etc.), e incluso si fuera posible un entrenamiento cruzado con ejercicio acuático.
– Abuso de entrenamiento específico: es frecuente que, por falta de conocimiento, algunos jinetes entrenen prioritariamente y la mayor parte del tiempo los ejercicios de la disciplina en la que el caballo compite, por ejemplo saltando la mayor parte de la semana si el caballo es de salto o practicando ejercicios de doma si es de doma, sin lograr un buen estado de forma y sin entrenamiento de base. La práctica de los ejercicios específicos de cada disciplina es por supuesto necesaria pero no se justifica que se haga diariamente, y menos aún si el resto de días de la semana no se realiza un entreno de base.
– Escaso o nulo trabajo sin jinete: el trabajo pie a tierra a la cuerda o en riendas largas es fundamental para cualquier caballo, ya que es la mejor manera de muscular su dorso. No hay excusas, cualquier caballo por fuerte que parezca puede trabajarse correctamente a la cuerda, y sin riesgo de que se lesione (una falsa creencia muy difundida), eso sí, hay que tener paciencia, enseñar al caballo y al jinete, y hacer las cosas correctamente.
– Fallos en la alimentación: el aporte energético en la dieta, el número de tomas, la proporción forraje-granulado y la presencia de aminoácidos esenciales son factores fundamentales para la constitución de una dieta acertada. Consulta siempre con un profesional para equilibrar la dieta de tu caballo, al igual que las personas, no todos los caballos necesitan comer lo mismo!
– Abuso de antiinflamatorios/infiltraciones: el abuso de estos tratamientos no se recomienda en ningún caso, especialmente cuando no hay un diagnóstico previo, ya que pueden enmascarar un dolor y que se agrave la lesión durante el entrenamiento.
–Falta de apoyo veterinario / fisioterapéutico: todavía se asocia al fisioterapeuta o al veterinario con alguien a quien se llama cuando hay una lesión y no siempre es así; el apoyo de estos profesionales permite mejorar el estado físico de los caballos, preparar la competición y prevenir lesiones. Y no nos olvidemos del dentista, mínimo debe revisar a nuestro caballo una vez al año!
– Equipos inadecuados: es común encontrarse jinetes que emplean monturas que no se han evaluado sobre el caballo, sin saber si se adaptan bien o no a su dorso; así como emplear cinchas que limitan la inspiración y el trabajo abdominal en lugar de buscar aquellas que facilitan su función. En cuanto a las embocaduras, en ocasiones, cuando el caballo muestra problemas de manejo, se utilizan embocaduras más severas, en lugar de tratar de buscar la causa del problema y subsanarlo.