La evaluación de la montura se realiza en tres fases: valoración estructural, examen estático sobre el caballo y evaluación dinámica. En entradas anteriores hemos explicado como se realiza la evaluación estructural y estática sobre el caballo.
3. Evaluación dinámica sobre el caballo
Una vez que examinamos la montura sobre el dorso del caballo y comprobamos que presenta un ajuste correcto debemos realizar una evaluación dinámica, en varias fases:
– Sin cinchar
– A la cuerda
– Con jinete
Evaluación dinámica al paso sin chincha
Esta evaluación se realiza previa a la colocación de la cincha, sudadero y protectores, y nos permite diferenciar a grandes rasgos si la montura se adapta o no a la forma del caballo. Para realizarla debemos hacer caminar al animal unos metros al paso con la montura sobre el dorso sin cincha (recomendamos que otra persona siga de cerca al caballo por si la montura se cayera), y evaluar los siguientes detalles:
– Movilidad de la montura hacia atrás: una montura bien ajustada debe permanecer en su posición correcta y no retrasarse.
– Movilidad de la montura lateralmente: la montura bien ajustada debe acompañar el movimiento lateral del caballo pero no ladearse tanto como para que pueda caerse.
– Movilidad de los bastes en la parte caudal de la montura: la montura bien ajustada no debe separarse en exceso en la parte caudal (los bastes no deben despegarse apenas del dorso durante el movimiento), ya que este movimiento generaría un roce constante sobre la musculatura paravertebral.
– La montura bien ajustada no debe caerse al suelo en la evaluación al paso y sin chinchar.
Evaluación dinámica a la cuerda
En esta fase el caballo debe ser trabajado a la cuerda al paso, trote y galope, primero sin montura y después ensillado con sudadero y protectores (en el caso de que utilice). Se valora el ajuste de la montura en base a la actitud del caballo, es decir, se comparan diferentes parámetros del caballo durante el trabajo a la cuerda con y sin montura. En el caso de que la montura no esté bien ajustada, ejerza presión o friccione el dorso, lo más probable es observar:
– reacciones de incomodidad del animal: movimientos excesivos de cola, botes y patadas
– elevación de la cabeza: el animal no es capaz de relajarse, bajar la cabeza y estirar el dorso
– acortamiento del tranco
– dificultad para disociar los tiempos de galope
– rigidez de dorso, falta de transmisión de movimiento a través del dorso
Evaluación dinámica con jinete
La última fase de la evaluación dinámica debe realizarse con el jinete que habitualmente monta al caballo. Con todo el equipo ajustado el jinete debe subirse al caballo para poder evaluar:
– Aumento de los puntos de presión previamente identificados: se debe buscar si los puntos donde la montura presionaba sin peso han aumentado notablemente
– Disminución del espacio libre alrededor de la cruz: evaluar si con el peso del jinete aún hay espacio libre encima y ambos lados de la cruz
– Desequilibrios laterales secundarios a una mala postura del jinete: evaluar si el jinete se sienta de manera equilibrada.
– Contacto caudal de los bastes
– Presión en los faldones: en algunas ocasiones la presión de la pierna del jinete sobre el faldón puede crear edemas y contusiones musculares (ver foto)
– Actitud del caballo cuando se sube el jinete.
El presente artículo y todos los contenidos, incluidas fotografías, publicados en este blog están protegidos por los derechos de autor. Quedan prohibidos su total o parcial reproducción, copia, distribución, comunicación pública y transformación en los términos establecidos en el Real Decreto Legislativo 1/1996, de 12 de abril, por el que se aprueba el texto refundido de la Ley de Propiedad Intelectual.